¡60 años haciendo
La Vida Más Dulce
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El 18 de noviembre de 1963, la familia fundadora, Hernández Vicente, crea Vidal Golosinas. Revolucionarias estrategias, como la comercialización de un producto de calidad acompañado de un obsequio y la seguridad aportada a los distribuidores, impulsan el crecimiento de manera muy rápida.

Vidal Golosinas se convierte en la primera empresa española en fabricar, de manera industrial, caramelos de goma, chicles en forma de grageas, así como marshmallows, con y sin chocolate.

La consolidación del crecimiento puso de manifiesto la necesidad de abrir Vidal Golosinas al exterior, siendo la primera empresa española en participar en la prestigiosa Feria ISM que se celebra cada año en Alemania.

Vidal Golosinas va consolidando su crecimiento y expansión y el 24 de noviembre de 1973, en un terreno de 150.000 m2 y coincidiendo con la primera década desde su fundación, se inaugura la nueva planta que se convertirá en la actual sede central de la firma.

Vidal Golosinas crea y patenta el primer tarro de plástico para exponer golosinas en el punto de venta. Un diseño creado con la finalidad de preservar la calidad y cualidades organolépticas del producto al tiempo que mantiene todo su atractivo visual.

El afán de Vidal Golosinas por ofrecer siempre algo nuevo y sorprendente, ha sido muy apreciado por los amantes de las golosinas, valorando esa capacidad de generar sensaciones y experiencias originales y la nueva marca proyectar esos mismos conceptos.

Decisión estratégica fundamental en este periodo es la decidida apuesta por la I+D+i. El esfuerzo de Vidal Golosinas se centra en el diseño y la fabricación de su propia maquinaria, lo que da lugar, entre otras novedades, a volver a ser los primeros, esta vez en la fabricación de regaliz en continuo.

Productos tan icónicos en el mercado como los ladrillos de regaliz son creación en esta época a través del ingenio y saber hacer de Vidal Golosinas. Incluso la marca “Ladrillo” está registrada por la empresa. Actualmente, todo un clásico en el sector.

Durante las décadas de los 80 y los 90, Vidal Golosinas sigue desarrollando su gama de productos asociados a atractivas y conocidas licencias ligadas a fenómenos culturales y audiovisuales de gran masivo.

Vidal Golosinas sigue su imparable crecimiento y se pone en marcha un segundo centro productivo de gran capacidad equipado con la última tecnología. Se afianza el mercado español y se amplía la presencia internacional.

La preocupación constante de Vidal Golosinas. Por fabricar productos de la más alta calidad, unido a mantener en todo momento la más alta seguridad alimentaria, da como resultado el conseguir ser la primera empresa del sector en conseguir la prestigiosa Certificación ISO 9001

Este año es observador privilegiado del lanzamiento de los primeros caramelos de goma rellenos: Rellenolas, innovadoras gominolas con dos texturas que cambiarán el sector de la confitería de azúcar llevándolo a un nuevo nivel para entrar en el siglo XXI.

El reconocimiento internacional es una constante mantenida por Vidal Golosinas a lo largo de los años y, en 2003, se recibe, por primera vez, la certificación British Retailer Consortium (BRC) y, más adelante, la International Food Standard (IFS). Un empuje definitivo al trabajo bien hecho.

Otro sello de alta garantía de calidad se une a los ya conseguidos: la obtención del visto bueno de la comunidad judía gracias a la Certificación Kosher. En 2011 se obtiene también el Certificado de Conformidad Halal, símbolo de garantía para la comunidad musulmana.

Vidal Golosinas presenta en sociedad la nueva marca de la compañía, un elemento altamente distintivo que sigue vigente en la actualidad. Un moderno ejercicio de identidad visual encaminado a crear un elemento identificativo iconográfico de alta fuerza visual y memorística.

Vidal Golosinas llega al medio siglo de historia fiel a sus principios que lo han llevado a lo más alto en el competitivo sector de la confitería de azúcar: aprendizaje constante, participación e integración de toda la plantilla y riguroso esfuerzo de análisis y planificación de todos los departamentos

Prosigue el crecimiento y se amplían instalaciones. Entre ellas destaca un nuevo edificio de 50.000 m2 que incorpora la tecnología y prácticas logísticas más avanzadas para gestionar la preparación, envasado y expedición de los pedidos de forma automatizada.

Dipper XL, un caramelo masticable, irrumpe en el mercado con su carácter fresco y rebelde, convirtiéndose en una revolución que marcara tendencia entre los más jóvenes. Sus sabores a frambuesa y mora, este último con la peculiaridad de pintar la lengua de azul, causarán furor.

Vidal Golosinas consigue 3 importantes hitos: la campaña publicitaria de ese año es premiada en el Festival Internacional El Chupete; recibe el galardón a la mejor empresa exportadora en los Premios InnoBankia y consigue la adhesión al Foro de Marcas Renombradas Españolas (FMRE).

Se lleva a cabo la instalación de 7.000 placas fotovoltaicas que evitarán la emisión de 1.700 toneladas de CO2 al año. El consumo energético en todas las instalaciones de Vidal Golosinas es de origen 100% renovable.

En su afán constante por dar respuesta a las últimas tendencias del mercado, Vidal incorpora a su catálogo este envase con un formato que mantiene todas las cualidades del producto, mejorando su conservación y facilitando su consumo. También se lanzan las innovadoras marcas Naturall y Mix Vidal.

En la actualidad, la red de distribución nacional de Vidal Golosinas alcanza cerca de 350.000 puntos de venta. Fuera de nuestras fronteras, la empresa tiene un total de 13 filiales que recorren los distintos continentes.

El sueño puesto en marcha en 1963 se ha convertido, sesenta años después, en una multinacional que no deja de crecer con el objetivo de seguir alimentando sonrisas. La celebración de este 60 aniversario es un paso más en una dulce trayectoria que continúa su crecimiento y expansión.